Un proyecto, una experiencia...

¿Alguno de vosotros ha sentido ganas de llorar de emoción, de alegría, por una explosión de agradecimiento y de conciencia de crecimiento personal y colectivo? A nosotros nos está pasando y se nos hace complicado traducirlo a palabras. Pero lo queremos intentar.

Una creación de este Taller de Empleo “Descubre tu comarca”, ha sido elegida finalista del Premio “Experiencias Turísticas de Aragón 2019”. 

Podría pareceros cualquier cosa pero a nosotros no se nos olvida que llegamos a este taller el día 1 de febrero. Somos 10 trabajadores procedentes de áreas completamente alejadas del sector del turismo que vamos avanzando en el propósito de convertirnos en informadores turísticos locales. Ponemos todo nuestro esfuerzo en la formación y en la preparación de materiales que podrá usar la comarca Comunidad de Calatayud en el futuro para la promoción y gestión turística de todo su territorio (67 municipios y 2.524 kilómetros cuadrados). Una de las acciones prácticas de nuestro aprendizaje ha sido la creación de un nuevo producto turístico que se llama “La Dolores, viaje a la experiencia sensorial”.

Se trata de un recorrido en autobús por el valle del río Jiloca de Calatayud a Villafeliche y regreso con paradas en Morata de Jiloca y Maluenda. La idea es usar como recursos turísticos productos tradicionales de la zona como la alfarería, la fruta, el chocolate, el vino y la música. Los viajeros los disfrutan con sus cinco sentidos y todo se ambienta en el tiempo de La Dolores con teatralizaciones de contexto histórico. 

Esto, explicado así de escueto, no cuenta todo el trabajo que lleva detrás. Ha requerido formación para analizar la oferta turística existente en la actualidad en la comarca, establecer los recursos y atractivos, seleccionar una línea de conexión que de coherencia a la experiencia, determinar los elementos de participación de los viajeros-usuarios para potenciar sus experiencias individuales, establecer los niveles de calidad/excelencia, preparar la documentación histórica del siglo XIX, elaborar el guión de las teatralizaciones, fijar la logística para llevarlo a cabo, programar, comprobar sobre el terreno cada detalle de la actividad, idear uno o dos planes alternativos en función de la meteorología, aprenderse los diálogos y ensayar. 

Se convirtió en realidad el día 21 de septiembre (coincidiendo con la recreación histórica de “La Dolores, un viaje en el tiempo” de Calatayud) y ya en esa jornada sentimos la emoción de haber hecho un buen trabajo con sólo ver las caras de los viajeros que quisieron vivir la experiencia y escuchar sus comentarios. Todo esto lo pusimos en manos de la comarca Comunidad de Calatayud, a la que pertenece el proyecto del Taller de Empleo, y decidió presentar nuestro trabajo al premio “Experiencias Turísticas de Aragón 2019”. 

Cuando nos comunicaron que nuestro trabajo había sido elegido entre los finalistas saltamos de entusiasmo. ¡Qué emoción en nuestra aula! Gritos, alguna lágrima, aplausos, risas: estábamos desatados y henchidos de orgullo y alegría. Todos hemos puesto mucho de nosotros en La Dolores, viaje a la experiencia sensorial.

Pero además de la sensación de haber recibido premio a nuestro esfuerzo se hizo presente la emoción de la gratitud a muchas personas sin cuya contribución hubiera sido imposible nuestra experiencia turística. 

Gracias a Manuel Gil y a su esposa por su paciencia, por explicarnos los secretos y procesos de la alfarería y la cerámica, por permitirnos invadir su taller y su casa para acoger visitantes, por prestarnos su arcilla, sus creaciones  y por aceptar de buen grado nuestras rarezas.

Gracias a Miguel Langa por sus peras, manzanas y melocotones. Por sus propuestas para mejorar la experiencia de los visitantes, por poner a nuestra disposición sus fincas de frutales, los lugares en los que guardar atrezzo, así como, un sitio en el que guarecernos ya que el día amenazaba lluvia

Gracias a Michel Arenas (Presidente de la D.O.P. Calatayud) por su apoyo, por su involucración y sus oportunas gestiones.

Gracias a Félix Pardos por permitirnos usar el descansadero de barricas el las Bodegas Castillo de Maluenda dejándonos todo el espacio a nuestra disposición. 
Muchas gracias a Encarna y a Manoli por sacar tiempo en fin de semana para hacer las fotos (estupendas) que documentan lo que hicimos y cómo lo pasamos. Hay cervezas pendientes, lo sabemos.

Gracias a la Asociación “El Juglar” de Calatayud por acogernos en la programación de la recreación histórica La Dolores, un viaje en el tiempo. Por asesorarnos en el contexto histórico, por prestarnos vestuario para nuestras teatralizaciones, por escuchar y orientar nuestros ensayos.

Gracias a Carlos de la Fuente por ilustrarnos sobre cómo enfocar de manera diferente el contacto con el turista y el uso ameno de la historia y las anécdotas que él hace en sus “sobresalientes” visitas guiadas por Calatayud.

Gracias a Ana Urgel por enseñarnos la importancia de hacer una buena prospección del territorio para sustentar cualquier actividad turística sobre el conocimiento. Y por las piruletas de fresa.

Gracias a Ramón Duce (Presidente), Pilar Marco (Vicepresidenta) y Silvia Molina (Consejera de Turismo) de la Comunidad de Calatayud por su confianza, apoyo e impulso.

Gracias a nuestras familias que han hecho de público cuando ensayábamos en casa nuestros textos y que nos han aportado cosas valiosas para el atrezzo de la experiencia turística.

Ahora entendemos por qué son tan largos los agradecimientos de los premiados en los Goya o los Oscar, cuando hay grandes logros suelen llegar por el trabajo concienzudo, pero también por la colaboración, siempre con la colaboración.

Estamos orgullosos, contentos e ilusionados individual y colectivamente. No sé si habremos sido capaces de expresar algunos de los motivos.